Sonarmàtica 2006: ALWAYS ON
Una producción de Advanced Music comisariada por Drew Hemment, José Luis de Vicente, Óscar Abril Ascaso y Advanced Music
Una exposición con intervenciones urbanas, instalaciones y proyectos de documentación a cargo de
/ Akitsugu Maebayashi / Blast Theory / Counts Media / Geocaching / Michelle Teran / Antoni Abad / Christian Nold / Jens Brand / Jeremy Wood / Mark Shepard / Preemptive Media / Proboscis / Socialfiction
Centro de Cultura Contemporània de Barcelona, 15 al 17 de Junio.
Sonarmàtica forma parte de Sónar 2006
http://www.sonar.es/2006/esp/multimedia_matica.cfm
Tras las dos ediciones pasadas en las que la sección expositivo de Sónar se centró en el fenómeno de las micronaciones y en el paisajismo del siglo XXI, SonarMática completa la trilogía de proyectos alrededor del concepto de territorio en nuestra contemporaneidad con una muestra dedicada a la escena mas efervescente y trascendental del arte con nuevos medios: la cultura móvil y los proyectos de localización
Una propuesta expositiva y de participación con la que, por ver primera, SonarMática sale a la calle. Entre las distintas propuestas, destaca el estreno de Day of the Figurines, el nuevo proyecto del aclamado colectivo británico Blast Theory; los paseos sónicos y electromagnéticos por Ciutat Vella de Akitsugu Maebayashi y Michelle Teran; juegos de exploración y sistemas de anotación como Geocaching y Yellow Arrow; y una instalación en la que el flamante ganador de Golden Nica Antoni Abad repasa su experiencia proporcionado tecnologías móviles a colectivos sin voz.
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Cruzado el ecuador de esta década todavía sin nombre, es difícil encontrar dos iconos que la representen mejor que el teléfono móvil y el iPod. El primero había nacido mucho antes, pero fue en estos años cuando su popularización masiva reveló su inmenso potencial para transformar la estructura de las sociedades desarrolladas, sobre todo desde que su onda expansiva se llevó por delante a más de un gobierno. La explosión de la telefomía móvil ha dado paso además de manera definitiva a la era del “siempre conectados” (”always on”), en la que un hilo de emisiones electromagnéticas nos enlaza permanentemente con el resto del mundo, mientras recorremos la ciudad con un pie en el asfalto y otro en la infoesfera.
Por su parte, el fetiche electrónico de consumo por excelencia, el iPod, dio forma de objeto y trasladó a las calles buena parte de las dinámicas de la Red, convirtiéndose en el primer clásico del diseño industrial de nuestro tiempo que conmemora y celebra el impacto de Internet. Pero lo más importante del iPod es que amplifica lo que su antecesor, el Walkman de Sony, hizo posible por primera vez. Andando por la calles, nuestra percepción del mundo no está ya limitada a lo que nos ofrece la realidad; podemos moldearla sumergiéndonos en en el paisaje sonoro que escojamos. En palabras de William Gibson, “El Walkman -la primera máquina de “aumentación” de nuestro entorno- cambió para siempre nuestra manera de entender las ciudades”.
En las últimos cinco años, la cultura de la movilidad electrónica ha trasladado el foco de interés de los artistas que trabajan con nuevos medios de la pantalla a la calle. Alterar nuestra experiencia inmediata del aquí y el ahora a través de tecnologías más complejas -ordenadores de mano y GPS- o más sencillas -CDs y tacos de fotografías- no es nada nuevo. Muchos de los conceptos de base de las artes locativas y de la computación ubicua descansan sobre episodios significativos de la historia secreta del siglo XX: las derivas situacionistas, la psicogeografía. Pero si estas estrategias son ahora más relevantes que nunca es porque ahora sólo nos es posible leer la ciudad como una acumulación de realidades que se superponen las unas sobre las otras, como velos translúcidos conectados por hilos.
Anotar y registrar las memorias que se esconden en las calles; trazar cartografías paralelas que destapen espacios ocultos, o convertirnos en protagonistas de narraciones secretas, son al fin y al cabo maneras de ser usuario activo de la ciudad. De una ciudad convertida en sistema operativo.
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