[Actualización: Han incluido los subtítulos que traduje en el vídeo, así que podéis verlo directamente con los subtítulos en castellano]
—Mi propia vida… Hum… Todos nacemos en un entorno muy ruidoso, el útero, así que el sonido de mi vida es el sonido del útero de mi madre.
—El latido de su corazón, y su respiración, y sus intestinos borboteando. Desde el principio tenemos los timbales de su corazón, y las cuerdas de su respiración, y las trompetas de sus intestinos. Y también su voz, el canto. De ahí es de donde viene la música.
—Lo increíble es el alto volumen de ese sonido, que está sonando durante las 24 horas del día, los siete días de la semana, a 75 decibelios. Es tan ruidoso como estar conduciendo un coche a 100 km/h con las ventanas bajadas. Eso es lo que escucha el bebé desde pasados cuatro meses y medio de su concepción hasta que nace.
—Entonces, en el momento en el que nace, escucha algo que no había escuchado nunca: silencio. En el útero nunca jamás ha habido silencio, es como estar en una fábrica. De repente, cuando naces, no empiezas solo a ver cosas y a oler cosas que no habías experimentado antes, sino que además no escuchas nada.
—Silencio… Para todos los niños, para mí, para ti, debe ser una experiencia sorprendente y aterradora, porque si tu madre se muriese todo ese sonido cesaría. El silencio viene asociado a la mortalidad.
—Esta sala me recuerda al almacén donde Harry Caul [el protagonista de La conversación] editaba todas sus cintas. Tiene una reverberación agradable. Justo hace un momento estuvimos arriba, en la terraza sobre la Piazza Grande, que es como Union Square, en San Francisco, y ahora estamos en el almacén de Harry Caul editando lo que hemos grabado.
—Lo que estaba haciendo con mis manos es lo que hacía el gran editor de sonido Frank Warner, quien se encargó del sonido de Toro Salvaje y Encuentros en la tercera fase. Tenía una amplia biblioteca de cintas de sonido y cuando se estaba preparando para trabajar en una película cogía bobinas de sonido al azar y las ponía en su Revox y jugaba como estaba haciendo yo ahora, avanzando rápido, parando, y entonces usaba sus manos e iba haciendo wa, wo, wa, wo, weeep. Cuando la película estaba terminada, lo destruía todo para que nadie, incluido él mismo, volviese a usar esos sonidos otra vez, para que fuese un sonido único para la película en la que estaba trabajando.
—Obviamente, es tentador guardar todos esos sonidos, porque suenan increíbles, y utilizarlos en otras películas, pero eso sería como un cocinero sirviendo el mismo plato dos veces seguidas a los mismos clientes del restaurante. Siempre quieres ser único.
Vía: Détour
Una pequeña reflexión en voz alta;
Es curioso lo que sucede con Walter Much, siendo un excelente editor de imagen y de gran prestigio (Apocalypse Now, El padrino. Parte III, El paciente inglés…) ha terminado siendo una referencia mundial de sonido cinematográfico y lenguaje sonoro y esto con 26 trabajos confesados en su filmografía, son pocos en 40 años de trabajo, claro, varios de ellos son referencias indiscutibles del diseño de sonido y el arte sonoro pero también los son del montaje de imagen. Será que hay mucha menos gente que hable sobre sonido y estamos más receptivos y más cuando todo lo que dice es una luz en el camino.
Gracias Blanca Rego por el hallazgo y su traducción.
Este video no tiene desperdicio y es que Walter constantemente hace referencia a aspectos fundamentales del cine, de la imagen, del sonido, de la escucha, de la vida y de la muerte… ¿Cómo podemos evitar, como seres humanos, no sentirnos iluminados al escucharle?
Gracias Blanca por este video y por la traducción! ;-)
Yo no puse en el título que es también montador porque quedaba un poco largo. Nunca me había parado a mirar en cuántas películas ha trabajado, no sabía que eran solo 26. Sería interesante investigar por qué es prácticamente el único editor de sonido conocido por el «gran público», no sé si tendrá que ver con que es también montador, con que ha trabajado en al menos un par de películas (Apocalypse Now y La conversación) de las que se habla mucho en términos sonoros o qué…
Es un vídeo en el que dice tantas cosas en tan poco tiempo que tenía que traducirlo. Si durase 30 minutos me lo hubiese pensado dos veces, pero siendo tan corto era un momento :)
Muy interesante, muchas gracias, aquí una audición de Katsunori y Chus que me ha recordado a esta entrada
http://www.tea-tron.com/katsunori/blog/2015/03/23/komoriuta-keiko-abe/