Hace unas semanas, Juan Manuel Prieto nos invitaba a visitar las instalaciones de Best Digital en Madrid, estudio donde se realizan doblajes, mezcla de música, diseño de sonido, pero especialmente, posproducción audiovisual y por lo que estábamos allí, diseño envolvente y en una nueva modalidad llamada DolbyAtmos, que ya se encuentra en algunos cines y que le pone sello a las últimas superproducciones. Antes que hacer un anuncio de Dolby, que lo puede parecer después de terminar el texto, nos interesa dar a conocer este espacio, así como algunos de los mecanismos de la producción de sonido audiovisual, en relación a otros post como este o este y en parte con todo lo publicado en nuestra nueva sección recopilatoria audiovisión.
Para el que escribe ir a “ver” determinadas películas es a veces ir de concierto. Iría a ver Fast & Furious por oír el trabajo de Charles Deenen por ejemplo. Lo que comentamos ahora aquí, podría tener que ver con la importancia del bajo continuo en la música sacra occidental y con la historia cultural del sonido y la tecnología.
Hace relativamente poco comentaba con Juanma a pie de bar Iron Man 3, cuyos efectos de sonido, a mi entender, son puro branding de Audi. Unas semanas después en su estudio, me enseña como dobla una escena de los Borgia. El estudio o cadena envía un archivo de audio con cinco canales, separados por los canales de un 5.1, pero también de todas las fuentes de sonido que se mezclan en el audio por separado. Es decir, un pista para la voz, otra para los efectos, la música etc.
En una escena sin demasiada música, vamos eliminado cada uno de los canales hasta dejar el subwoofer, aparentemente sin uso en una escena de este tipo, que sin embargo mantiene pulsos continuos en determinadas escenas para que el espectador no pierda emoción.
Pues bien, ahí, precisamente, es donde se encuentra la clave. Más o menos, y en plan bizarro, como explica aquí Charlton Heston en un histórico scetch de El Informal.
El diseño sonoro de una escena audiovisual contiene innumerables condicionantes culturales. El tipo de música, la entonación de la voz, la construcción de la realidad por parte de los foley y la mezcla de todo esto en un sonido más o menos frontal.
Pero de entre todos estos condicionantes, en esta visita prestamos especial atención al trabajo de espacialización, un trabajo que busca romper esa frontalidad a la que acabamos de referirnos para sugerir un espacio envolvente para la ficción. Me explico.
En la sala de doblaje, Juanma nos comenta que “el diálogo manda”. El diálogo sigue siendo el nexo sonoro más importante para la sugerir la ficción, y por tanto, debe sonar siempre por los altavoces frontales. Si una frase es relevante, no puede sonar más allá de 10º o 15º con respecto al eje central por varias razones.
Primero porque los convencionalismos de la escena así lo imponen. Segundo debido a una cuestión tecnológica, dado que la mayoría de nosotros audio-visualizamos las películas en televisores en estero, o bien en cines con altavoces laterales menos potentes que los frontales. Que el sonido suene igual de manera circular alrededor del espectador es lo que Dolby está tratando de vender ahora para las salas, una mayor “verosimilitud” en el movimiento de las fuentes de sonido.
About Dolby Atmos from Dolby Laboratories on Vimeo.
Así que después de ver el trabajo en el estudio, pasamos al plato fuerte. La sala Atmos premiere. Esta cosa de los títulos al parecer es muy importante. 125 entradas de audio y 36 altavoces, más de 10 en el techo. Cada altavoz puede generar hasta 85 db con un pico de 105db. Puedo asegurar al ver este logo, con todos los indicadores en rojo, que los oídos pitan.
Ante esto, podríamos replicar que una buena octofonía, ya distribuye el sonido equitativamente por sus fuentes, pero la cosa, por lo que de primeras uno pudo escuchar allí, es algo más compleja. La capacidad de hacer pasar el sonido por encima de la cabeza, y aquí me estoy aventurando, puede responder a una redistribución por esos 36 altavoces de salida de una grabación holofónica. Algo que comentamos entre muchas dudas en el estudio de posproducción pero que quedaría probado , en parte, por estas imágenes de la grabación de una banda sonora con un micrófono dummy holofónico.
Pasamos a ver varias pruebas, de las que tengo que destacar especialmente Chasing Maverics. Allí sentado escuchando a ratos con los ojos cerrados escenas de El plantea de los Simios, recordaba lo que Pablo Sanz me contaba hace poco de Terremoto (1974). La película ganó un Oscar al mejor sonido, pero lo más interesante del asunto es que se diseño un sistema específico de llamado Sensurround que se anunciaba tal que así:
«ATTENTION! This motion picture will be shown in the startling new multi-dimension of Sensurround. Please be aware that you will feel as well as see and hear realistic effects such as might be experienced in an actual earthquake. The management assumes no responsibility for the physical or emotional reactions of the individual viewer.»- Theater Notice For Earthquake (1974)
Leave a Reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.