Aquí os pongo una pequeña columna de opinión sobre Escucha y Educación. Lo hemos hablado muchas veces, pero tampoco es que hayamos hecho mucho. Cada uno hacemos la «cosa» por nuestro lado. Quizás sea el momento de ponernos a pensar en común cómo abordar este asunto. Yo lo quiero hacer por aprender.
Hola,
Hoy quería seguir compartiendo contigo algunas ideas sobre alfabetización mediática. En el 2002, la Unesco definió los parámetros que habría que tener en cuenta para un adecuado planteamiento de la educación en comunicación como asignatura autónoma. El documento, aunque tiene más de diez años, continúa siendo válido, sobre todo porque no se ha puesto en marcha. Hago zoom in sobre uno de sus puntos: “Mediante la educación en comunicación se pretende enseñar y aprender sobre los medios de comunicación, más que con esos medios.” ¿Qué medios y qué significa “sobre los medios”? Esta pregunta siempre nos lleva al debate “usos instrumentales” contra “usos críticos”, pero intento hacer otro zoom in. ¿No te has dado cuenta del pobre conocimiento que tenemos sobre el funcionamiento (técnico y político) de los medios audiovisuales? Sé que sí, por eso creo que en el fondo de la cuestión tenemos que empezar por recuperar uno de los aparatos sensoriales más potentes que tenemos (y probablemente uno de los más olvidados); me refiero al sentido de la escucha. Nuestras orejas no tienen párpados, escuchamos a pesar de todo, pero no sabemos escuchar (probablemente tampoco sepamos ver pero quiero centrarme en la escucha), no nos enseñan a distinguir los múltiples elementos que conforman el sonido: ¿cuántas palabras conoces para definir un sonido? La escucha activa se preocupa por el acto en sí mismo de escuchar, y nos equivocamos si esta materia la dejamos relegada a una unidad dentro del temario de “Música”. ¿Has pensado que el lenguaje lo aprendemos escuchando pero ni sabemos cómo escuchamos? ¿Recuerdas algún sonido de tu infancia? ¿Has escuchado el silencio que te rodea? ¿Somos capaces de manejar el ruido de nuestro alrededor? ¿Quién tiene voz y quién no? Vayamos más allá, una actitud crítica frente a los medios solo la conseguimos poniendo atención a los estímulos de los propios medios, y eso también es escucha activa. Hay mucho que aprender en este sentido y siento que hay muchos aspectos ambivalentes. Pero hagamos un pequeño ejercicio, los siguientes caracteres los dejaré en blanco para que escuches a tu alrededor:
Si te apetece puedes enviarme una descripción de tu paisaje sonoro (educativo).
Un beso sonoro.
Nos vemos en el futuro.
Esta columna forma parte de la serie «Ni apocalíptico ni integrado» que escribo en Cuadernos de Pedagogía desde Enero de 2013. La puedes leer en su sitio original también.
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