En una escena de Monkey Business (1931), que en España se tituló Pistoleros de agua dulce, los Hermanos Marx intentan entrar en Estados Unidos con un pasaporte robado a Maurice Chevalier. Van probando su estrategia uno por uno, cantando un tema de Chevalier en un intento absurdo de convencer al policía de que, aunque su imagen tenga poco que ver con la foto del pasaporte, su voz demuestra que son el cantante francés. Tras los intentos fracasados de Zeppo, Groucho y Chico, que son incapaces de imitar la voz de Chevalier, llega el turno de Harpo (el mudo) y sucede lo que se ve en el vídeo.
El policía se queda atónito al escuchar la voz de Chevalier, mira una y otra vez el pasaporte y al hombre que tiene delante sin saber muy bien si es o no quien dice ser, hasta que la voz suena a disco rayado y se da cuenta de que lo que está escuchando no es una voz real.
Resulta curioso que en las películas cómicas actuales no haya prácticamente gags basados en el sonido, cuando en 1931 (solo tres años después de la primera película de Hollywood ‘hablada’) ya eran perfectamente conscientes de su potencial para generar risas no basadas en el humor dialogado y/o físico.
Duelling Cavalier?… otros tiempos!
http://www.youtube.com/watch?v=Yu6–WBPBHo
Ay, es que esa película es la cumbre del musical, del gag sonoro y hasta del postmodernismo. El día que escriba un post sobre esto, será una carta de amor muy larga.