Al parecer, a principios de los 90 en Latvia era imposible comprar platos y similares, a no ser que tuvieses millones disponibles para gastar en el mercado negro, por lo que los DJs se las apañaban como podían. Aparte, tampoco era posible comprar discos, así que la solución era tirar de grabadoras de cinta magnética y grabaciones hechas de la radio. Como dice el presentador: «Under any circumstances, the music’s got to get through and the mixing has got to be done».
En PARASOL ELEKTRONICZNY. RUMOURS FROM THE EASTERN UNDERGROUND #3. Latvia, Felix Kubin justamente repassa la escena underground de Latvia.
Igual que sus vecinos Lituania y Estonia, Letonia recuperó su independencia de la Unión Soviética en 1991 como resultado de la Revolución Cantada. Este pequeño país emprendió entonces un nuevo rumbo tras siglos de constantes cambios de poder. Todavía hoy, sus habitantes son conscientes del carácter fragmentario de su historia: eso que nuestro agente paraguas en Riga se atreve a definir como una «crisis de identidad», que además parece fácil de extrapolar a la vida artística de la república. «En un país de poco más de dos millones de habitantes no hay lugar para grandes movimientos underground», añade. Igual que el país, la escena es pequeña pero activa, y empieza a pasar página y a desligarse de los estigmas que han plagado la vida cultural letona durante casi dos décadas.
Blanca: impresionante ;-)