Un fenómeno que siempre me llamó la atención es el "perfect_pitch" o "oido absoluto" [OA]. Quien posee esta virtud, es capaz de distinguir, con la única ayuda de la escucha, alturas tonales e incluso tonalidades. Si escucha el sonido de un teléfono móvil, esa persona puede distinguir el tono exacto (la nota) e incluso, si se trata de un grupo de notas, la tonalidad (siempre que se trate de sonidos periódicos). Según algunos estudios, estas personas tienen el hemisferio izquierdo (en el caso de los diestros) un poco más desarrollado que el resto, pero algunas tienen también dificultad para comprender ideas o conceptos de conjunto. En el caso de la música, son incapaces de comprender las "obras", como un conjunto de sonidos (como si un biólogo conociera todos los árboles del mundo siendo capaz de decir su nombre científico y todos los datos sobre la especie pero fuera incapaz de comprender el concepto de bosque). Partiendo del concepto de "perfect_pitch" (adaptado como "perfect_byte", su hermano en el mundo de los bits), y siguiendo con el concepto base de esta acción, recientemente me encontré con textos (la mayoría superados) de Dahlhauss y Adorno teorizando sobre la supuesta "muerte" o "envejecimiento" de la bautizada como "Nueva Música". Por un lado la música atonal y dodecafónica (el caso de Schönberg a principios del siglo pasado) y por otra el Serialismo, o Indeterminismo y los experimentos electrónicos de mediados de ese siglo (Stockhausen, Berio…).
En estos textos los pensadores critican el exceso de tecnicismo (hablan de "tecnicismos estructurales complejos") y hablan también de la "caducidad" de estas propuestas, critican que el exceso de complejidad y el control de la composición mataron la espontaniedad. El el caso de Schönberg, argumentan que se trata de una propuesta expresionista que contiene intrínsicamente una denuncia a la sociedad de esa época (la inestabilidad de la preguerra), una música que refleja el dolor interno y la intranquilidad de una época y que, una vez superada, deja de tener una "función" social: "…una música que sobresalta y perturba y, al mismo tiempo, está perturbada ella misma…". De esta manera argumenta su caducidad (aunque insisto en que esta opinión fue superada y nadie pone hoy en duda el valor de este paso en la historia del arte musical), pero si que encuentro hoy un claro paralelismo entre esa época y la que estamos viviendo (las estéticas del error, el ruido, los cliks y demás modelos de construcción de la nueva-nueva música -ahora hablo de la actualidad-). Encuentro que muchas músicas reflejan la situación de la sociedad actual pero también encuentro que una gran mayoría non son conscientes de este mensaje y, en el peor de los casos, están por debajo de la vanguardia ellas mismas defienden. Apunto aquí algunos extractos de estos textos (en este caso Adorno) para introducir un nuevo concepto que manejaré el esta acción; "perfect_byte"; la escasez de la "postura crítica" en los artistas sonoros, y la "falta" de verdad en muchos otros: "[…Los sonidos son los mismos, pero el momento del terror, que acuñó sus grandes protofenómenos, ha sido reprimido. Quizá se haya tornado el terror en la realidad tan aplastante que apenas sea posible soportar su imagen sin velos, constatar el envejecimiento de la Nueva Música no significa desconocer esta imagen o tildarla de casual. Pero el arte que obedece inconscientemente a esta represión y se hace a sí mismo un juego, porque se ha tornado demasiado débil como para ser algo serio, renuncia precisamente por ello a la verdad, que sería la única en otorgarle un derecho a la existencia…]" Pienso que esta introducción es ya suficiente para que se entienda mi intención, que no es otra otra que suscitar una reflexión para averiguar si existe un vacio en los mensajes del nuevo Arte Sonoro, y si no existe, averiguarlo también.
Continuará….
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