He de decir que esta entrevista/radioperfomance, como la llama no sin dudas, el propio Miguel Álvarez-Fernández en la presentación del mismo me ha «impactado con alegría». Estaba por la calle, con mi Ipod de última generación escuchando un programa sobre/con/de Ruido y pensamiento crítico sobre el Capitalismo. Y estaba alegre porque de alguna manera me gustaba lo que estaba escuchando y no sé si el gusto debería ser sacado del contexto en el que se insertan los discursos de Mattin. ¿Se puede disfrutar con esto? Es una pregunta abrazafarolas ya lo sé…
A Mattin lo conocí hace unos años, en Arteleku, y allí, cuando estábamos hablando/conversando/entrevistándonos sobre el proyecto «Copy Your Idols» recuerdo que me pareció un tipo con las ideas claras, de las que probablemente podríamos disentir, pero siempre agarrado, quisquillosamente, a los matices. Es decir que su discurso estético, político, social no es ni más importante, ni revelador, ni siquiera tremendamente cotidiano… esa mezcla dispareja es la que más «me gusta». Este trabajo para Ars Sonora está lleno de matices, diría que las voces retorcidas o los silencios forman parte de un matiz, lo importante no es cuál, sino que existe ese discurso complejo pero que al mismo intenta desentrañar, sin imponer dogmas, «las políticas y el ruido». El resultado, ciertamente no es divulgativo, pero yo os lo recomiendo encarecidamente y con unos buenos auriculares.
No me quiero poner hagiográfico, además con decir que actuará en la próxima edición del Festival Internacional ZEMOS98, puedo caer en una especie de falso interés mediático por él del que es complicado distinguir la opinión del autobombo… no obstante no quería olvidarme del trabajo similar «Feedback Conceptual» que ya me gustó mucho, e incluso hice una versión para Radioactivos.
Así que bueno, Ruido y Capitalismo está ahí, con su blog y todo, y esperamos la versión en español pronto. Y todo lo demás en mattin.org
Agradezcamos a Ars Sonora la posibilidad de acceder a través de la Radio pública y sobre todo a través de Internet a un proyecto sonoro de estas características. Existen dos programas sobre Ruido y Capitalismo, en el podcast de RNE de momento sólo está el primero. Actualizaré el post con el segundo.
[audio:http://www.rtve.es/resources/mp3/4/7/1262869452674.mp3]
Querido Pedro:
¡Muy bueno tu texto sobre la «radioperformance» (o lo que sea) de Mattin en Ars Sonora! Creo que todos, empezando por el propio Mattin, compartíamos esa extraña y ambigua sensación, tan bien descrita por ti, tras la escucha del programa (que, por cierto, se difundió a través de la radio en la noche del día de Navidad, para añadir más confusión). También varios oyentes que me han escrito respecto de este programa han mencionado cosas similares -aunque, claro, ha habido reacciones para todos los gustos…-.
La pregunta no es ociosa: El «¿Puede uno disfrutar con/de este tipo de cosas?» rápidamente se mezcla con un «¿Debe uno disfrutar con/de este tipo de cosas?». El tema tampoco es nuevo; aparece, desde luego, en Platón (República), y es el problema clave de la estética agustiniana en cuanto a la música: saber si es lícito o no gozar de la belleza sensible. A esta cuestión San Agustín responde que la belleza inferior es un reflejo de la belleza de Dios, y que es necesario remontarse hacia esta última, aunque no rechaza el placer sensible que depara la belleza inferior; pero, en cualquier caso, dependerá de la actitud del hombre, pues si se deja llevar por la belleza sensible estará condenado. Así, «la belleza y los números en los que ésta se plasma dentro de la música pueden ser, pues, tanto instrumento de condenación como instrumento de elevación y ascesis; dependerá de la actitud que el alma tome en relación con aquellos» (Enrico Fubini: «La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX»). [¡pero no sé si esto realmente resuelve «nuestro» problema!].
Más cercanamente -y creo que esto es lo que, hoy, nos preocupa-, supongo que lo que aquí se manifiesta tiene que ver con las raíces protestantes (no sería exagerado decir «calvinistas») del pensamiento marxista, que tanto se acentuaron en el discurso de la Escuela de Frankfurt (ejemplarmente, con Adorno). La siempre problemática asociación entre progresismo, goce estético y esfuerzo ha marcado profundamente la evolución de la música en el siglo XX, al menos desde Schönberg en adelante -para mí el núcleo duro de la cuestión radica en la vinculación adorniana entre «disonancia» y «modernidad» (exploro este asunto en este artículo, algo antiguo: http://www.tallersonoro.com/espaciosonoro/04/Articulo1.htm)-.
Desde luego, otros planteamientos políticos de intencionalidad progresista (y, a menudo, acento francés) han acometido sus planteamientos con el ceño menos fruncido que Adorno y sus secuaces, y ahí queda Mayo del 68 o cierto Situacionismo. Ahora bien, me parece que en nuestros días resulta harto difícil rescatar (si es que ello fuera posible) la dimensión subversiva de espectáculos -en el más claro sentido debordiano de la expresión- tipo desfiles del orgullo gay o similares.
Creo que éste fue, al final, el tema principal de la «conversación/entrevista/radioperformance»… Significativamente, terminamos con la duda acerca de si era más conveniente «asfaltar» (tal vez al modo de Cardew en los últimos años de su vida -con él terminaba el Ars Sonora titulado «Comunismo»: http://www.artesonoro.org/archives/2736-) o, como proponía Mattin, «usar la piqueta» -o las bombas- (lo que me recuerda esas palabras de Adorno que citaba en mi artículo: «Que la nueva música abra la herida una y otra vez»).
Por cierto, acaba de actualizarse el podcast de Ars Sonora con la segunda versión de la «pieza» (http://www.arssonora.es/?p=247).
Un abrazo, y muchas gracias de nuevo por tu lúcido texto,
Miguel Álvarez-Fernández
pues a mi también me sorprendió gratamente esta intervención de Mattin, es simplemente grande, y espero que esa grandeza no se le cure con los años
abrazo