Existen muchas maneras de protestar a través del arte, pero yo siempre he pensado que las más interesantes suelen ser las más sutiles y poéticas. Langjökull, Snæfellsjökull, Solheimajökull es una pieza de Katie Paterson que cumple perfectamente con esa idea de un activismo hecho desde un punto de vista conceptual y delicado. La verdad es que no sé si la autora estaba pensando en el cambio climático al crear esta obra, pero desde luego funciona como una metáfora perfecta. ¿En qué consiste exactamente?
Paterson grabó sonido en tres glaciares de Islandia y prensó tres discos de hielo con agua de esos glaciares, y sus sonidos, obviamente. Los discos se pusieron en tres platos y sonaron hasta que se derritieron completamente, y desaparecieron… Ahora lo único que queda son tres DVDs, espero que no llegue el día en que el único recuerdo que tengamos de los glaciares sea ese.
beautiful piece. sensible idea. intelligent technique. a marvelleous media artwork indeed