Este año el club transmediale contaba además de las actividades sonoras nocturnas con una serie de talleres, exposiciones y conferencias en la Kunstraum Kreuzberg / Bethanien, un centro dedicado a la promoción de las artes visuales.
De las conferencias ya se habló en su momento, y aunque posteriormente hubo alguna charla más, la verdad se que las de Bill Drummond y John Sinclair fueron las más interesantes y divertidas, así que creo que no voy a añadir nada más al respecto. Quizás simplemente mencionar al colectivo Netznetz, que ha conseguido establecer un fondo de subvenciones dedicado a net art que otorgan los propios artistas, o más bien, lo que hacen es administrar ellos mismos los fondos dedicados a net art por el gobierno, en lugar de dejar la decisión a un jurado externo. Su plantemamiento es interesante y novedoso, pero por momentos no podía dejar de pensar que me encontraba ante una especie de lobby.
En lo que se refiere a instalaciones, destacaría tres. Skinstrument 2 de Daan Brinkmann, una instalación muy lúdica en la que te encontrabas continuamente a niños y padres jugando. La pieza consiste en cuatro terminales que generan sonido a través del contacto con la piel y con otras personas. Por otro lado, y también muy lúdica, teníamos International Dance Party, un baul totalmente equipado para montarte la fiesta en cualquier esquina. Al entrar en la habitación, había sólo una caja, pero al moverte un poco, empezaban a surgir sonidos de música de baile, si el movimiento y el gentío van en aumento, aparecen luces estroboscópicas, lasers y ¡hasta humo! Por último, mencionar Stimuline, una instalación/performance en la que tras embutirte un extraño atuendo futurista podías sentir el sonido a través de la piel y los huesos, no de los oídos. Aunque al asunto en sí le faltaba un poco de intensidad y duración, la verdad es que poder experimentarlo fue un placer.
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