(lamentamos el retraso, pero ahí queda nuestra crónica del día 03 en el sónar 2006, a este respecto comentar que ha sido escrito por abrelatas, so_so y mediateletipos sólo se dedica a publicarlo y poner algunas cosillas…)
El sónar tiene lo bueno de los festivales pequeños y lo malo de los grandes… aunque tampoco es así exactamente.Si consigues descansar lo sufiente entre el sónar de noche al siguiente sónar de día, es cuando aparecen los detalles y el regusto del que ya reconoce de qué va el juego.
Y aunque uno trate de levantarse temprano y ponerse las pilas lo antes posible para poder disfrutar de todo… hasta eso de las 14:00 horas no conseguimos que la hinchazón por la falta de descanso nos permitiera salir a la calle sin pasar demasiada verguenza para comer algo rápido y ponernos rumbo al MACBA y al CCCB. Comimos en un sitio pequeñito, Deliecatessen, en la calle Avinyó, con grandes ventanales cerca de la Plaza de George Orwell (aka plaza del tripi), y con un muestrario de artículos artesanales de venta al público. Muy acojedor, algo lento si estás pendiente de llegar al concierto de las 16:30 en SonarComplex, pero recomendable en cualquier caso.
Llegamos apenas comenzado el concierto, pero eso era lo de menos, el japonés Nobukazu Takemura y su batería se encargaron de hacernos creer que estábamos en una burbuja de jabón con sonidos tranquilos y ordenados que dibujaron con la destreza de un niño. Como una conversación espontánea… con algunos gritos y susurros sónicos…
Y de ahí al esperpento con Dick el Demasiado y sus exagerados en el Hall. Llegamos por la curiosidad que un nombre así plantea (bueno voluble.dj también nos mandó un sms contundente… «al hall ya!») y nos quedamos porque letras como “eres un hijo de fruta” nos cautivaron. Ante tanta pose de música avanzada (que luego no resulta serlo tanto, la pose :p), el rollito cumbia rock pop electrónico suponía algo diferente, al margen de que nos costara encajar semejante propuesta en un contexto como el Sónar, las risas eso sí, estuvieron garantizadas. Humor sonoro… sin duda
Los que no decepcionaron, a pesar del retraso (diez minutos en un festival que sigue la programación a rajatabla pueden llegar a ser muy desesperantes), fueron los de la Modified Toy Orchestra, cinco extravagantes músicos liderados por una muñeca hawaiana que contoneaba sus caderas al son de distorsiones varias de xilófonos y aparatos de juguete. Una aunténtica demostración de se puede hacer música con todo […] bueno, que se puede hacer música con todo.
Sonarama. Earth, Wind and Firewire, con un inspirador Juanjo Gnoma en los visuales, nos dedicó una hora de exploración sensorial sobre lo estético en relación a los elementos que nos rodean con la naturaleza, que no siempre son naturales. Una hermandad interesante que demuestra que aún queda mucho por contar en la relación entre un músico y un artista visual.
Luego vino Ryoji Ikeda: Datamatics, que nos dedicó una muestra de frecuencias, puntos y comas, rayas y hi-fi del control sonoro…. Lástima que algunos hayan interpretado que quizás era una sesión preparada, que sólo pulsó el PLAY, (nosotros no lo tenemos claro, pero nos hizo dudar)… el gran aliciente de un artista de estas características tendría que ser la improvisación. Ah, mención especial a sus visuales, los mejores que se vieron por el Sónar y bueno es que en el Sónar no hubo grandes visuales…
Y otra vez comer rápido para no tener que hacer demasiada cola en los autobuses y poder llegar a tiempo para ver a los Hot Chip que empezaban a las 23:30 en el SónarPark. Electropop sin pretensiones y muy fácil de oír y bailar. Lo ideal para abrir boca en el segundo día del Sónar de noche: hay que dosificar la energía… los cubatas son demasiado caros!
Goldfrap a las 00:00 abrió el SónarClub con un espectáculo de luz y de sonido que a mi particularmente me recordó a la mismísima Gary Halliwell. No aportaron demasiado, eso que el coro de chicas play boys que hacía más baile que coros se esmeraron y fue lo más grande ;)
Pero el Sónar es grande y si algo no te convence siempre puedes buscar otra cosa que te guste más, como Afra & the Incredible beatbox band, que sonaron tan realistas que a veces resultaba dificil mantener la atención sobre los sonidos que las mesas de mezclas que estos japoneses encierran en sus gargantas reproducían. Un repertorio corto, pero reconfortante.
Diplo vs A-Trak cerró nuestra noche con una suerte de mezclas y scratches que la crítica ha interpretado de lo mejor del Sónar (parece que esto es con lo único que coincidimos mucho). A pesar del cansancio, nosotros también. Diplo (Productor de M.I.A) convirtió el escenario en un espacio para la repetición inteligente, para el loop voluntario. Impresionante en algunos momentos de conjunción mágica. Qué bien que existe la remezcla, ¡recreación sin fin! Mención especial tiene el uso del DVD como elemento de mezcla, un diálogo entre el saber hacer y las producciones imposibles de Diplo, con las mezclas y scracts de A-Trak, dj de Kayne West.
El resto de crónicas e informaciones sobre el Sónar2006:
– Crónica Día 01 y su Vídeo Día 01
– Crónica Día 02 y su Vídeo Día 02
– Vídeo Día 03
– Todas las fotos de zemos98 en Flickr
– Todas las fotos con el tag sónar2006 en Flickr
– Crónicas y Vídeos de alg-a
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