Svcnt dice:

Vale, es bastante fuera de tema, pero creo que vale la pena ver esta fotogalería sobre la exposición Safe: Design Takes On Risk, que se muestra en el MoMA.
Un significativo escaparate sobre cómo la sociedad de consumo sobrevive a la implantación de la sociedad del pánico. Cajas de cartón sin picos (¿cuántas muertes habrán causado esos aterradores envases?), refugios portátiles, bolsas anti-gas, camisetas antibalas, sistemas de videovigilancia… El miedo se está convirtiendo en way of life y negocio redondo en el primer mundo.
Y como paradigma de ese estado de pánico permanente, cualquier riesgo se ha vuelto inaceptable. El ciudadano occidental se ha convertido en un lactante que necesita medidas especiales de protección contra los riesgos domésticos y contra la vida urbana: un ciudadano siempre demandante de nuevas medidas, siempre exigente de nuevas responsabilidades sobre su protección al estado, a la empresa, a otros ciudadanos, a la sociedad en su conjunto y en su totalidad…
Permanentemente necesitados de protección, estos ciudadanos paranóicos pagan gustosos con la moneda de su intimidad, de su libertad. Exigen ser vigilados, registrados, impedidos, tratados como amenaza porque han adquirido la conciencia de serlo. Como Winston Smith, se han vencido a sí mismos. Aman al Gran Hermano.

Nosotros ya lo apuntamos ,)