[Este texto pertenece al primer número de la revista Field Notes, publicada por Gruenrekorder, un sello alemán especializado en fonografía y arte sonoro. La edición original es una publicación bilingue en PDF que se ofrece en alemán y en inglés]
Reflexiones sobre las instalaciones sonoras pensadas para un lugar concreto
Cada lugar tiene su acústica, arquitectura y características cotidianas únicas. Esas características se influencian y se dan forma unas a otras, produciendo o albergando los sonidos cotidianos que caracterizan a esa localización. Una instalación sonora pensada para un lugar concreto trabaja con unos sonidos ya existentes y las particularidades de las características locales. Antes de empezar con la propia composición, hay que preguntarse cuáles de los sonidos instalados se integrarán mejor con los ritmos y frecuencias del lugar y qué sonidos y combinaciones o composiciones transmitirán mejor la dinámica del sitio. Hay que observar el lugar y estudiar su acústica — una y otra vez. Obviamente, técnicamente se puede instalar cualquier sonido en cualquier sitio, pero no todos los sonidos funcionan en todas partes. Cada ubicación tiene su biografía y secretos.
Una composición sonora pensada para un lugar concreto puede ser atmosférica o muy sencilla, puede constar de una o varias pistas, ser estática o moverse. El énfasis durante la selección de los sonidos (sonidos naturales, instrumentales, cotidianos y/o voces/textos) se tiene que poner en la intensidad que produce el sonido al integrarlo con la localización; no simplemente en conseguir una sensación acústica perfecta. Yo produzco y manipulo todos los sonidos en calidad mono. Los sonidos mono son muy claros y directos, así que son inmediatos e intensos. Representan perfectamente el origen del sonido. Todos los sonidos nacen como sonidos mono, es el hecho de que percibamos el sonido a través de dos oídos lo que lo convierte en estéreo. La experiencia demuestra que incluso las grabaciones estéreo extraordinarias suelen tener una pista más clara e intensa que la otra.
Las instalaciones sonoras se desarrollan combinando una composición, una localización y un oyente. Es preferible que los altavoces o reproductores estén colocados de manera que creen una imagen sonora difusa para que el oyente no pueda, o casi no pueda, localizar la fuente del sonido. Así, todo el lugar se convierte en un espacio sonoro, en lugar de reducirse a un solo punto de producción sonora. En una instalación sonora pensada para un sitio concreto, el oyente puede volver a definir y afinar su percepción respecto a ese lugar y a sus propios hábitos de escucha. El principio de cambio que observamos en las grabaciones registradas en entornos naturales, lo encontramos en este caso en la biografía personal de escucha y localización del oyente. Esto determina su manera de reaccionar al sonido o lugar concretos. Los sonidos propios del lugar reflejan la relación del oyente con su propia percepción auditiva y su biografía sonora, además de con la afinidad que siente por ciertas localizaciones y sonidos concretos y su importancia en su vida diaria.
Pienso en el asombro, la emoción y la irritación que sienten los visitantes de los aseos públicos cuando escuchan las voces, sonidos naturales e instrumentales de Klangnetz öffentliche Toilette. Pienso en la instalación Stillstand, con sus frecuencias agudas y juguetonas en el jardín, y en los sonidos instrumentales de los bajos graves del patio del Museum Tucherschloss y en los grupos de oyentes que se colocan en una u otra área. Pienso en los arbustos susurrantes de la instalación Geschwindigkeit y en el deseo de los oyentes de descubrir el contenido secreto. Pienso en el perro de la tienda de al lado que venía repetidamente a visitar la instalación Inbetween en el Maximilianshöfe de Munich para seguir las voces que resonaban en la habitación, hasta que finalmente se colocaba justo donde se encontraban todos los sonidos en movimiento. Pienso en los patos que cada vez que empezaba el sonido venían nadando desde su pequeña isla el Pegnitz, al lado de Spitalbrück. Y pienso en los pájaros, a los que les encantaba participar en las pruebas de sonido y observar qué hacía en su espacio. Pienso en la alegría y el pánico en las caras de los visitantes del Hotelbunker y su instalación en Nuremberg y pienso en los visitantes de la art.fair de Colonia, que entraban en el reciento de la feria pasando por debajo de un puente del tren sombrío, sonriendo al escuchar los sonidos vocales humanos que los acompañaban. Y pienso en todos los sonidos que han formado parte de mis instalaciones por casualidad. Equilibro el sonido de las instalaciones teniendo en cuenta la situación media del lugar. Si el volumen de sonido de la ubicación sube o baja, el de la instalación también.
Anclo los sonidos al sitio. El oyente percibe la localización a través de sus oídos o la experimenta como si fuera un espacio sonoro amplio: nuevo, variado e individual. Si el oyente tiene la posibilidad de volver a la instalación repetidamente, el efecto de la experiencia de ese sonido creado especialmente para ese lugar puede aumentar. Es interesante que el oyente haga a menudo transcripciones emocionales asociativas. Primero en el lugar concreto donde está la instalación, y después en un lugar fuera de su propia biografía o localización vital. Si tiene la posibilidad de instalar realmente la composición en su ‘localización biográfica’, siempre la conectará con el lugar original de la instalación y con su primera experiencia. Los sonidos vinculados a un sitio concreto devuelven nuestra atención a ese lugar y a esa ubicación.
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