Imagino que el vídeo lo habréis visto casi todos, sea como sea lo publicamos aquí porque si en aquel BigDog lo realmente terrorífico venía del sonido (ese motor nervioso a gasolina), lo que impresiona de este video es el resignado silencio de sus protagonistas. El Arte Contemporáneo ha muerto (imaginaros a Matthey Barney presentando ese brutal Bigdog en un museo, pringao!)
.
.
PD: por cierto, la parodia del bigdog es la pera
que bueno!
yo sigo flipando…