Ayer, The New York Times publicaba un artículo sobre las muñecas parlanchinas de Edison que no tiene desperdicio. Al parecer, en 1890 Edison puso a la venta unas muñecas con discos en su interior que fueron un fracaso absoluto. La razón del fiasco fue doble, por un lado el mecanismo era demasiado complejo para los niños, y por otro, sonaban más terroríficas que otra cosa, como demuestra esta grabación.
[audio: http://podcasts.nytimes.com/podcasts/2015/05/05/science/05recording-sleep/lay.mp3]Los historiadores sonoros afirman que se trata de los primeros discos de entretenimiento jamás fabricados y las voces que suenan, de niñas recitando rimas, se supone que fueron las primeras pertenecientes a artistas contratadas para realizar grabaciones.
Podéis encontrar más datos y sonidos en el artículo: «Ghostly Voices From Thomas Edison’s Dolls Can Now Be Heard«, Ron Cowen, The New York Times.
Vía: @LondonSounds
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