Sound in Bits by Tristan Perich @ Àngels Barcelona
Del 11 de marzo hasta el 08 de mayo de 2015
Miércoles 11 a las 19 horas, el artista Tristan Perich estará presente en la galería Àngels Barcelona haciendo una charla de presentación de las obras y después la inauguración.
àngels barcelona presenta Sound in Bits, la primera exposición individual en España del artista y compositor neoyorquino Tristan Perich, comisariada por Lluís Nacenta. La muestra explora cómo el lenguaje desmaterializado y abstracto de la tecnología digital puede traducirse de forma visual y gráfica, de modo que se haga directamente perceptible.
Octave consiste en 300 altavoces haciendo sonar 300 frecuencias distintas, distribuidas a distancias iguales y en orden ascendente a lo largo de una octava de Do a Do. Cada uno de los 12 paneles en que se divide la pieza comprende un semitono (podría decirse que corresponden a las 12 notas de una octava en el teclado del piano): el altavoz inferior izquierdo del primer panel hace sonar un Do, el del segundo panel un Do#, el del tercero un Re, etc. A partir del altavoz inferior izquierdo de cada panel, las frecuencias van aumentando, a razón de una vigésimo quinta parte de un semitono, de cada altavoz al inmediatamente superior. Desde el altavoz superior de cada columna, la progresión continúa en el altavoz inferior de la columna siguiente.
Aunque cada altavoz emite un sonido de una frecuencia constante, lo que podríamos llamar un tono puro, la impresión que produce la pieza desde cierta distancia es la de un ruido cercano al ruido blanco. Esta impresión ruidosa resulta de la superposición de tonos tan cercanos: la pieza consiste en una especie de cluster muy denso. Pero la impresión de ruido procede también de cada altavoz por separado: si acercamos la oreja a uno de ellos, el sonido parece distorsionado. Esto se debe a que los altavoces emiten ondas cuadradas, las frecuencias de 1-bit características de la obra de Tristan Perich. Estas ondas resultan de la traducción directa de la información procedente de un circuito electrónico, cadenas formadas por las cifras 0 y 1, al movimiento de la membrana del altavoz. El 0 y el 1 corresponden a las dos posiciones extremas de la membrana, y el paso de una a la otra, según se van sucediendo los ceros y los unos, se
produce de forma brusca. Si el paso de 0 a 1 se da 440 veces por minuto, el sonido resultante, por más que nos parezca distorsionado, es la nota La perfectamente afinada.El sonido de cada altavoz nos parece distorsionado pero, en rigor, no lo está en absoluto. Desde el punto de vista del circuito electrónico, el sonido es puro. La impresión ruidosa resulta de la distancia que separa el funcionamiento de un circuito del funcionamiento de nuestro oído; es la rugosidad, la fricción, que hace audible la distancia entre dos mundos, entre dos lenguajes no del todo compatibles.
A project curated by: Lluis Nacenta
With the collaboration of L’Auditori de Barcelona
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