A principios de noviembre se inauguró en la Fundación Tapies (Barcelona) la exposición «Interval. Accions sonores» comisarida por Lluis Nacenta y por Laurence Rassel. En este interesante video Lluis Nacenta explica (en catalán) los detalles de la exposición, de los artistas participantes, del marco teórico y otras condiciones de posibilidad. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 15 de febrero.
Intervalo. Acciones sonoras es un ensayo sobre los contextos de escucha. La tradición musical occidental de los últimos dos siglos (dominada por la música que se llama a sí misma culta) ha intentado neutralizar y hasta borrar los contextos de escucha. Según aquella tradición, la escucha musical sólo es posible y sólo llega a ser plena en la más absoluta concentración, y rodeada del más estricto silencio; el silencio sepulcral es así el único contexto adecuado para la escucha musical, un contexto que más bien es un no contexto, una ausencia (ideal) de contexto. Pero lo cierto es que la escucha musical se da siempre rodeada de otras cosas, rodeada, por ejemplo, de ruido (el ruido que, dice Jacques Attali, es la manifestación constante de la vida). Y esas otras cosas que se dan en el contexto en el que ocurre la escucha no sólo condicionan nuestra actitud de escucha (no sólo tienen un efecto psicológico) sino que transforman la música misma. En la era digital, dice Peter Szendy, el oyente altera la música, opera con ella (hace obras con ella) de manera digital, es decir, numéricamente (con dígitos), pero también con los dedos, como el DJ que modifica el giro de un vinilo tocándolo con las manos. Se trata, por lo tanto, de una escucha que toca.
Cuando la música entra en el museo de arte contemporáneo, y se convierte en lo que suele llamarse arte sonoro, deja de exigir la neutralización de su contexto de escucha; pero, como si se tratase de un mecanismo de compensación, pide ser presentada como obra de arte. Se subrayan entonces el soporte físico, la dimensión escenográfica o performativa, la partitura, la grabación, la documentación (sea cual sea la índole de esta). Se magnifica, en suma, su contexto, pero dejando de lado, precisamente, que se trata también de un contexto de escucha. Se suele pensar que el museo no es el lugar adecuado para la escucha, y tal vez sea por ello que en sus salas proliferan tanto los auriculares (como proliferan, por ejemplo, en el metro).
La condición de posibilidad de Intervalo. Acciones sonoras es la Fundació Antoni Tàpies como contexto de escucha. Y, a partir de esta condición, plantea como pregunta no sólo cómo suena la música en el museo, sino cómo suena el museo. La propuesta consta de instalaciones sonoras, vídeos, conferencias, conciertos y un ciclo de programas de radio.
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