El sistema auditivo humano es complejo, por esto, en los casos en los que hay algún tipo de patología sonora los aparatos para paliar los síntomas son también complejos y delicados, ya que deben adaptarse a cada caso. La patología seguramente más conocida sea la hipoacusia, es decir, la pérdida auditiva por el desgaste producido por la edad o por una exposición constante a altos niveles de sonido; la solución consiste, normalmente, en el uso de un audífono que aumenta la señal de audio.
Existen otras patologías más allá de la clásica sordera (hipoacusia) o los acúfenos (tinnitus) y por lo tanto existen distintos tratamientos personalizados. Uno de estos tratamientos es la implantación de unos dispositivos que sustituyen a una parte interna de nuestro oído, las células cilíadas, que han desaparecido o que están muy dañadas. En estos casos, es posible la instalación de un implante coclear, siempre que el médico especialista lo considere oportuno porque patología es diferente y no siempre los implantes cocleares resultan soluciones adecuadas.
Teniendo en cuenta que estos implantes fueron diseñados para mejorar la capacidad de audición del habla, las limitaciones de estos aparatos es evidente: desde el diseño hasta la función. La recepción de la música o el «paisaje sonoro» es muy limitada. Hasta ahora uno de los retos en la investigación para mejorar estos aparatos estaba centrado en resolver el problema de que el líquido interno que tenemos en el oído es conductivo y por lo tanto el uso de los implantes cocleares produce distorsiones graves en algunas situaciones. Las limitaciones de estos aparatos son diversas (el líquido conductivo, el nervio auditivo, etc.) como bien explica Waldo Nogueira en este podcast publicado en Hots! Radio [mp3].
[audio:http://www.hots-radio.info/radio/045_musica_para_implantes_cocleares.mp3|titles=Música para implantes cocleares]Hace poco que unos científico australianos, Robert y Andrew concretamente, han conseguido avanzar en este pequeño gran reto y en la parte neuronal del sistema. Hay que tener en cuenta que en los últimos 50 años, desde el primer implante coclear, poco se ha mejorado. El estudio publicado por la prestigiosa revista Science corrobora que la terapia génica puede ayudar a estimular la restauración del nervio auditivo. Las pruebas se han desarrollado con cobayas y los resultados han sido positivos, aunque los mismos científicos alertan de uno de los efectos secundarios en humanos podría ser la creación de un tumor neurológico.
En cualquier caso, este estudio abre la posibilidad de que el uso de los implantes cocleares no sólo sea para sustituir el aparato de audición humano, sino el hecho de que el mismo implante actúe como regenerador del nervio auditivo. Evidentemente esto sería en casos muy concretos y hay que recordar que este estudio está a un nivel experimental, pero no por ello podemos dejar a animarnos a pensar que algún día se podrá recuperar audición sin necesidad de instalar un implante coclear y todo lo que ello supone, lo cual es muy positivo.
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