Está claro que los duetos nos permiten experimentar. Existen muchos casos de duetos en la historia de la música que han mezclado instrumentos, fuentes sonoras y estilos musicales de lo más dispar. En este caso, John Keston ha querido usar su dummy head, que le permite hacer grabaciones binaurales, junto a un sintetizador para improvisar in situ, ya sea con un tren o con un centrifugado.
Esta mezcla, algunas veces más acertada que otra, me recuerda a otros casos como es el de David Rothenberg, autor del libro ¿Por qué cantan los pájaros?. David ha trabajado profundamente la relación entre la música «humana» y la música «animal», todo ello aderezado con una filosofía que hasta el mismo Punset retrató hace años en Redes y que también comentó elocuentemente Durán Vázquez en este post.
Otro caso, tal vez menos conocido, es el de Manuel Obregón, actual Ministro de Cultura de Costa Rica, quien en su momento publicó su disco Simbiosis, resultado de sus conciertos para piano y bosque lluvioso. ¿A quién no le gustaría tener un ministro así? En nuestro caso, podríamos invitar a nuestro actual Señor Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, para que improvise, por ejemplo, con un toro a modo de dueto.
bueno, llevamos una serie importante de ministros especialistas en torturismo – una música que te cagas – y además han creado la industria de los silenciadores, un instrumento muy típico.
no te falta razón Jorge, son especialistas en silenciar, a base de ruido, eso sí. un claro ejemplo es el nuevo instrumento policial LRAD.