Llorenç Barber hace un concierto de campanas esta noche como inauguración del Año Greco 2014 en Toledo. Lo divertido al ver los medios es que claro, un concierto de campanas suena a algo espectacular e increíble y como contraste está el tono de cómo Barber describe a modo de consejos cómo escuchar esta noche. Sacado del programa oficial del concierto:
Infórmese bien. Consulte un mapa donde se le aclare el embrollo de este empeño plurifocal y urbano.
Cree a su alrededor un espacio de atención y calma, sólo así podrá atender convenientemente el sonar de los bronces: deje las prisas y los motores apagados.
Que nadie espere melodías y ritmos conocidos y banales: es tan sólo un concreto sonar de viejas campanas al aire.
Buscar lugares abiertos. Mejor cuanto más alto. Cazar al fresco sonidos lejanos.
Muévase y guíese por su oído. Pero tenga en cuenta siempre que cualquiera de las soluciones que escoja esconderá otras igualmente válidas.
No es un concierto pasivo sino que cada cual debe construir su itinerario sonoro en busca de ecos, retumbos y repiques, surgidos del combate entre la partitura escrita y la complicada orografía de la ciudad.
No es concierto de estruendos y evidencias sino de sutilezas, ecos y melancolías.
Nunca se sitúen muy cerca de un campanario. Mejor cuanto más equidistante entre varios puntos sonoros.
Acercarse mucho a un solo foco sonoro, le velará los diálogos, los lejos y cerca, los fértiles tropezones del sonar.
Tómese su tiempo. Recréese en el goce de lo distinto. Evite espacios de sombra sonora. Provoque su suerte.
Abrir de par en par las puertas de la sensibilidad y la memoria
Prácticamente opuesto a lo que dirán los medios (aquí un ejemplo). Como decía el propio Barber en Facebook «oyen campanas y no saben donde»
mil gracias por tu cercanía.