Esta serie de posts sobre netlabels está llegando a su fin porque todo lo que tiene un principio, tiene un final. Pero antes de terminar con esta serie quiero recopilar en este post algunos contenidos que se quedaron por el camino. Este post es inédito: un bonus-track.
Quiero empezar por recordar lo intenso que resulta vivir en un momento de cambio y estas palabras sacadas de la película 24 Hour Party People describen muy bien este momento que estamos viviendo con los netlabels: un hiato.
La historia de la música popular es como una doble hélice. Son dos olas que se entrelazan. Cuando una ola hace así, la otra hace así. Tenemos dos olas que hacen esto. Una hace así, y la otra así. Cuando un movimiento musical desciende, el otro asciende. Ahora estamos en una especie de encrucijada, como un hiato.
Admitámoslo: estamos asistiendo a un momento histórico de cambio. Muchos sabemos que lo que hoy nos venden como netlabels no son más que versiones perversas, capitalistas y neoliberales de un formato originalmente concebido como liberador (de la industria musical y sus cánones) e ideal (como el comunismo).
Un ejemplo significativo de este hiato es el «silencio temporal» del considerado como el primer netlabel de la historia: monotonik. Quiero pensar que la quintaesencia del netlabel se verá reforzada, inevitablemente con el tiempo, aunque ya nada será igual. No olvidemos que todos los cambios han requerido un sacrificio y por lo tanto han generado una resistencia. Cabe recordar que en el momento en el que la fotografía irrumpió en el mundo editorial, muchos grabadores que se dedicaban a estampar imágenes vieron el fin de su profesión y también el de su propia existencia: muchos de ellos optaron por suicidarse. Sencillamente fue necesario un período de adaptación: la fotografía comenzó a acompañar los textos y los grabados se emanciparon finalmente de la industria editorial y decenios después florecieron en el ámbito artístico. Se disiparon las dudas.
Resulta sugerente pensar que el hiato netlabelero en el que nos encontramos coincida con el auge de plataformas basadas en números y promesas tecnológicas. ¿Pueden los netlabels ser hoy portadores de las esperanzas de un futuro mejor? Este artículo, que recoge la web de Enrico Coniglio, refleja la dificultad de ofrecer una respuesta clara y contundente. Valoremos pues la importancia que tienen las dudas para tener una alimentación teórica equilibrada. Las preguntas no dan miedo, las respuestas a veces sí.
Para llegar a esta situación, han sido necesarios años y una suma de factores que han provocado este colapso. La cuestionable labor de comisariado, en algunos casos, ha provocado una ingente cantidad de publicaciones que se apilan en releases tal vez descargados pero nadie sabe si escuchados: mil descargas nunca fueron mil escuchas. Por otro lado, la irrupción de la economía en un sistema pensado para compartir entre iguales ha supuesto una coyuntura a nivel teórico y práctico para los netlabels, como bien describe con alegría Le Parody en este post haciendo una comparativa honesta e inteligente.
PRECIOLIBRE no es rentable y no puede ser rentable y no busca la rentabilidad. PRECIOLIBRE es una de tantas puntas por las que le estamos intentando dar la vuelta al calcetín del sistema.
Confiemos en que este hiato no se convierta en apnea.
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