Esta imagen, titulada Les particulariés de la bordure et du lobe, es de Alphonse Bertillon, el criminólogo francés que fundó en 1870 el primer laboratorio de identificación criminal, y quien además inventó la antropometría judicial.
Debemos dar a los agentes de policía unas instrucciones que les permitan utilizar con buenos resultados una ficha acompañada de una fotografía, para que sepan reconocer una oreja, por ejemplo, ya que es la parte del cuerpo más importante para observar numerosas, y valiosas, indicaciones que no pueden dar lugar a confusiones (…) la huella, el molde o la fotografía de la oreja muestran unos huecos y relieves tan individuales que es prácticamente imposible encontrar dos orejas humanas idénticas, y unas características tan fijas que la forma permanece inmutable desde la infancia hasta la vejez.
Identification anthropométrique (1893), Alphonse Bertillon.
Bertillon utilizaba fotos y medidas para registrar las características de los criminales, un método que fue primero adoptado por la policía de París y luego por la del resto del mundo. Uno de sus descubrimientos fue, como se menciona en la cita, que la forma de las orejas es inmutable, como la de las huellas dactilares (hay crímenes que se han resuelto gracias a las huellas de las orejas, llamadas otogramas). En la serie de fotos inferior podemos ver 48 orejas de criminales hechas por el propio Bertillon.
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