La psicogeografía es una disciplina pariente de la geografía que pone su énfasis en las emociones y comportamientos relacionados con el espacio. Según Guy Debord [Introduction à une critique de la géographie urbaine, 1955], el término psicogeografía se lo inventó un cabilio (un bereber del noreste de Argelia) que estaba intentando dar nombre a una serie de fenómenos que interesaban a los situacionistas a principios de los años 50. La definición que da Debord al término es la siguiente: «La psicogeografía se propone el estudio de las leyes exactas, y de los efectos precisos del medio geográfico, planificados conscientemente o no, que afectan directamente al comportamiento afectivo de los individuos».
No obstante, el primer ideólogo de la psicogeografía no es Debord, sino Ivan Chtcheglov (también conocido como Gilles Ivain), quien en 1953 publica un texto titulado Formulaire pour un urbanisme nouveau. En este texto, Chtcheglov no menciona el término psicogeografía, pero habla de los patrones de comportamiento que se dan en las ciudades y propone una extensión del psicoanálisis en beneficio de la arquitectura.
La psicogeografía tiene su origen en la deriva urbana, en el flâneur, un personaje característico del siglo XIX que se dedica a vagar por la ciudad, observando tanto el paisaje urbano como la gente que lo habita. La figura del flâneur está presente en la obra de muchos escritores de principios del XIX, desde Charles Baudelaire a Robert Walser. Personalmente, algunos de mis textos preferidos de esa época son El paseo, del propio Walser, Caminar de Henry David Thoreau, El hombre de la multitud de Edgar Allan Poe y Confesiones de un inglés comedor de opio de Thomas de Quincey.
La figura del flâneur fue posteriormente teorizada por Walter Benjamin, quien tiene además algún texto psicogeográfico que entraría más dentro de la deriva que del ensayo propiamente dicho. Estoy pensado específicamente en Calle de dirección única.
Durante los últimos años, la psicogeografía ha vuelto a ponerse de moda de la mano de escritores como Iain Sinclair y Will Self, e incluso J. G. Ballard, quien no es un escritor esencialmente psicogeográfico, pero sí muy preocupado por el diseño urbano y arquitectónico. En lo que se refiere al mundo audiovisual, existen también muchos ejemplos recientes, desde el auge del paseo sonoro como experiencia artística, emocional y estética hasta los documentales de Patrick Keiller, de quien me gusta especialmente London.
Obviamente, la psicogeografía no se limita a la literatura, el paseo sonoro y el documental, hay ejemplos para todos los gustos, desde cómics como From Hell de Alan Moore hasta apps como Serendipitor o Drift.
Aparte de todo lo ya mencionado, recomiendo como introducción al tema el libro Psychogeography de Merlin Coverley y El andar como práctica estética de Francesco Careri.
Mañana martes 11 de junio a las 20:00,
Think Arts #5 El paseo en las prácticas artísticas.
Kamen Nedev de El deseo de Andar Pedro Hernández de La Periferia Doméstica, Paco Navamuel de Caminar anarquista, Rodrido Díaz en Ciudad Pedestre, y Clara Nubiola de Los Vacíos Urbanos. Quinto encuentro/videoconferencia/hangout del proyecto Think Arts de Irene López. http://thinkarts.cc/sesiones/think-arts-5-el-paseo-en-las-practicas-artisticas/
Muy bien que se retransmita en directo :)
Gracias por la difusión! Hablamos pronto sobre la sesión de arte sonoro. Te escribo esta semana para cuadrar fechas :)