¿Es posible hablar de las cuestiones económicas que afectan a un netlabel sin hablar de política o filosofía? Se podría decir que estos campos están tan conectados entre sí que hablar de economía implica también hablar de política o filosofía en algún sentido. Resulta complicado separar las partes de un todo. En este post quiero hablar de un aspecto que podemos enmarcar dentro de las cuestiones económicas que afectan a un netlabel: los gastos que soportan los netlabels. También se podría añadir en este post la cuestión económica en referencia al tiempo que se invierte en crear un netlabel, crear los releases y promocionarlos, pero la ecuación netlabel + tiempo bien se merece un espacio propio.
En este post sólo quiero introducir brevemente una de las cuestiones que siempre han afectado a un netlabel: la inversión económica necesaria, donde están principalmente los gastos relacionados con el dominio y el alojamiento. Gastos que, en principio, asume el propio netlabel. Se puede decir que en los últimos años esta inversión se ha minimizado. De hecho, se pueden reducir los gastos al dominio propio y un alojamiento mínimo para la web, ya que con archive.org, por ejemplo, podemos albergar los archivos de audio gratuitamente en su servidor y vincularlos después.
Merece la pena recordar que para Rick Prelinger fue una sorpresa que los netlabels usaran archive.org para albergar los archivos. En el caso de Rick Prelinger Archives quedaba claro que su intención y función no eran acoger archivos sonoros de creación reciente y actual, sino un repositorio de videos históricos que en otros lugares no podían encontrarse:
Its goal remains to collect, preserve, and facilitate access to films of historic significance that haven’t been collected elsewhere.
Y en el caso de archive.org su intención era ofrecer un acceso permanente a archivos que podían servir para investigadores, historiadores, profesores y para el público en general, donde encontrar colecciones digitalizadas, como bien dice en página about de archive.org:
Its purposes include offering permanent access for researchers, historians, scholars, people with disabilities, and the general public to historical collections that exist in digital format
Así la sorpresa fue máxima cuando se dieron cuenta de que archive.org estaba siendo usado como soporte para acoger las nuevas colecciones que estaban naciendo: los netlabels. Las comunidades de artistas y músicos comenzaron a ofrecer su trabajo online, recién salido del horno, en buena calidad y de forma libre. Verdaderamente este fue un hito en la historia de los netlabels, sobretodo por cuestiones económicas pero también por cuestiones filosóficas…
These ‘netlabels’ are non-profit, community-built entities dedicated to providing high quality, non-commercial, freely distributable MP3/OGG-format music for online download in a multitude of genre
Más recientemente y desde la aparición de plataformas como bandcamp, por ejemplo, se ha posibilitado evitar el gasto del dominio y del alojamiento mínimo para la web, lo cual puede ser atractivo y más si tenemos en cuenta la facilidad a la hora de diseñar la página o de gestionar los contenidos. En definitiva, podemos evitar los gastos que supone un netlabel. Pero ¿a costa de qué? No está de más recordar que las plataformas que nos facilitan estos medios son empresas, como es el caso de bandcamp pero no de archive que no tiene ningún ánimo de lucro. Algunas empresas se benefician de nuestro trabajo y del número de visitas que les proporcionamos a sus grandes servidores, sin entrar a contemplar cómo gestionan toda nuestra información online y quién está detrás de estas plataformas. Lo ideal, en cualquier caso, sería encontrar un equilibrio entre la filosofía del netlabel y la de estas empresas. Por esto cabe preguntarse ¿cuál es nuestra filosofía y cuál es la filosofía del servidor que acoge nuestros archivos de audio?.
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