Pensando en cada uno de los personajes de este juego (el artista, el comisario, el neltablel y el oyente) hay que reconocer que ellos tienen su propia responsabilidad. Las consecuencias de sus decisiones deberían de asumirlas cada uno de ellos, por poner ejemplos: si un oyente se aburre escuchando es porque quiere, si un comisario publica un disco que no aporta nada en su labor o/y en su sello es su deseo, así como si un artista publica un disco es, a priori, porque quiere. Y en este punto entra un tema tan abierto como los gustos y también relativo como los compromisos. Quejarse de que hay malos discos, dudo de que sea el tema principal y culpar de ello a la cantidad, cada vez mayor, de estas plataformas no aporta mucho. La regla de tres de a menos discos, más calidad no nos ayuda a ver las cosas con perspectiva. Por decirlo de otra forma: no todo es malo en la red, hay buenos y ricos ejemplos sonoros colgados en la red. Un ejemplo de ello fue el efímero ejercicio plateado por el netlabel lonchas: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Fue breve en el tiempo y breve para el tiempo de escucha.
Al margen de este apunte, recordemos que los netlabels son plataformas para la difusión del trabajo de los artistas-músicos y que para que un netlabel exista, bien lo saben los comisarios y responsables de estos proyectos digitales, los trabajos de los artistas son vitales, su motor y su alimento. De hecho, sin ellos no existirían los netlabels. Por lo que cabe preguntarse ¿qué aportan los netlabels a los artistas? Si la respuesta es: mayor visibilidad, entonces ¿por qué no usar una plataforma más grande y popular para esto? Quiero pensar que publicar en un netlabel tiene varios pros frente a la publicación en grandes plataformas, por ejemplo, en un netlabel tendremos un publico más especializado, un feedback más cercano y un sentimiento de comunidad. Y es precisamente esto lo que las grandes plataformas quieren introducir y explotar con la creación de grupos especializados, con la opción de relacionarnos con nuestros contactos y hacer recomendaciones según nuestros gustos musicales, etc. Pero puede ser también que exista un contra en los netlabels, y es la endogamia. Algo que en teoría no se puede reprochar a las grandes plataformas porque nuestra música debería tener más probabilidades de encontrar nuevos oídos. Pero claro, esta capacidad de que nuestro perfil en estos mega-netlabels se convierta en nuestro mini-netlabel personal implica aceptar una individuación propia de las aplicaciones tecnológicas low-cost, y al mismo tiempo olvidarnos de la comunidad y del feedback cercano que deberían de aportarnos los netlabels.
Y en este sentido, sin profundizar mucho más, habría que aplaudir a los netlabels por desarrollar nuevos modelos de subsistencia basados en los nuevos paradigmas, que bien supo describir Pekka Himanen en su libro La ética del hacker. La nética, de la que se habla en este libro, puede ser reprochable en algunos casos por su inexistencia. Por poner un ejemplo claro: un artista crea un disco que el comisario del netlabel publica, otro artista publica otro disco y así hasta que el netlabel se hace con un catálogo cada vez más amplio. El artista recibe supuesta y únicamente más visibilidad pero no recibe dinero ni por su trabajo y ni por su tiempo. Y mientras tanto, el netlabel crece y el comisario podría lucrarse con ello, afortunadamente no es así en todos los casos. Si finalmente este comisario termina por explotar la labor de los artistas, sin haber compensado a los artistas publicados con nada más que visibilidad, puede ser perfectamente reprochable. Este comisario, omnipotente, que se alimenta del trabajo de otros se parece mucho a figuras que han existido en el ámbito editorial físico, y que ahora están siendo cuestionadas y en algunos casos juzgadas por sus vergonzosos abusos. Este sistema perverso nos lleva al siguiente punto, la cuestión económica. Cabe recordar las palabras de noi en una entrevista que hizo Blanca Rego y que se publicó aquí.
La filosofía de los netlabels no es, ni debe ser, sacar ningún rendimiento económico por las descargas que se hacen, es una labor completamente altruista en beneficio de la promoción del artista facilitándole una plataforma donde alojar sus trabajos.
Me he leído el texto y coincido que el peligro que se plantea sobre los netlabels y el concepto de «nética», es decir, que el intermediario entre músico y oyente se pueda beneficiar o lucrar con el trabajo del músico abusivamente, es irreal.
De hecho, no conozco ningún netlabel donde esté ocurriendo esto, al contrario, como siempre pierden dinero y lo reembolsan de su bolsillo. Más sabiendo que los netlabels, casi la mayoría, parten de una especialización musical que genera pocos ingresos, ni para el netlabel ni para el músico.
I speak as artist, listener and netlabel manager.
I am of the opinion that artist and netlabel both receive the benefit of new listeners, the artist may acquire new listeners by those faithful to the label, the label receives traffic from those faithful to the artist. I am personally of the opinion that not only should the netlabel do its due diligence promoting the artist’s work, the artist should also actively attempt to attract its listeners to check out other works on the publishing netlabel. This cross-promotion is important to healthy community… I keep saying this all the time: We all benefit if we all promote each other rather than only ourselves.
As an artist I choose to approach a netlabel to submit work for potential release because I believe that they’re doing good work that fits with my own aesthetic. If I believe in them, and they reciprocate, then I am happy to promote them to those people who choose to listen to me.
In short: I do not think that the problem of, as you term it «la endogamia» / (inbreeding, in English) is one inherent to the media, but is symptomatic of a lack of community – symptomatic of a me-first mentality among artists. Until more people get over this and decide to promote netlabels as the whole rather than ONLY self-promotion, then the listener base will never grow.
I think that those labels which attempt to profit from publishing work, those are not netlabels, they are just independent labels working on an old model and new media. I am uninterested in them.