En el New York Times han publicado estos días un gráfico interactivo con algunos sonidos de Nueva York organizados por volumen, desde la calma del Cementerio de Evergreen al ruido de bares, restaurantes, clubs nocturnos, etc. Al parecer, el Cementerio de Evergreen es uno de los lugares más silenciosos de la ciudad, con unos 59 decibelios, mientras que en una clase de spinning en Manhattan hay casi el doble de ruido, tanto como si estuvieses escuchando una sierra eléctrica, estresa hasta verlo en vídeo…
Este gráfico acompaña a un artículo titulado «Working or Playing Indoors, New Yorkers Face an Unabated Roar» que habla sobre el ruido al que están sujetos constantemente los trabajadores y los clientes de cierto tipo de establecimientos.
El video me recuerda a esas sesiones previas a la venta sin escrúpulos en las oficinas centrales que sufren muchos de los personajes que tocan nuestras puertas cuando estamos tranquilamente durmiendo la siesta, y que después quieren vendernos una nueva oferta para nuestra famosa (y situacionista) factura de la luz…
A mí me recuerda a las galeras romanas, cambias las bicis por unos remos y le das a la instructora un látigo y…