Ayer vi de casualidad que en la Filmoteca de Catalunya ponen un día de estos This is Spinal Tap, que es probablemente la película sobre un grupo ficticio más conocida, con la curiosidad añadida de que el grupo en cuestión, Spinal Tap, terminó publicando discos y haciendo conciertos multitudinarios. Pensando sobre el tema me venían a la cabeza decenas de grupos y cantantes imaginarios: Aldous Snow de Infant Sorrow (Forgetting Sarah Marshall y Take Him to the Greek), Jackie Q (Take Him to the Greek), Sex Bob-omb (Scott Pilgrim vs. the World), Wyld Stallyns (Bill And Ted’s Excellent Adventure), Baldwin and The Whiffles (Cry-Baby), Citizen Dick (Singles), Mystik Spiral (Daria), Cylon & Garfunkel (Futurama), Faith Justin (Strange Days), Ellen Aim (Streets of Fire), Charlie Hero (The Buddha of Suburbia), Curt Wild y Brian Slade (Velvet Goldmine), Tommy Gnosis (Hedwig and the Angry Inch), The Party Posse (The Simpsons), Leningrad Cowboys (Leningrad Cowboys Go America, Leningrad Cowboys Meet Moses), Sweet Billy Pilgrim (The IT Crowd), etc.
En esta lista hay un poco de todo, desde pop hasta rock, indie, punk, glam y grunge. No obstante, son todos estilos comerciales derivados del pop rock, lo que me llevó a pensar si existe alguna película o serie narrativa ‘tradicionales’ que imaginen a artistas de arte sonoro, música experimental o incluso electrónica comercial. De entrada no se me ocurría gran cosa: el grupo de percusionistas de Sound of Noise, el duo de noise de Eri Eri rema sabakutani, la electrónica ochentera lo-fi de Adrian en Liquid Sky y el DJ Retchid Kat de la serie Grimm (en el episodio «Dance Macabre», una versión moderna del flautista de Hamelín en la que en lugar de un flautista hay un DJ/violinista inspirado en deadmau5).
Probablemente haya más ejemplos que no me vienen a la cabeza ahora mismo o que desconozco, pero no deja de ser curioso que la electrónica y la música experimental parezcan no existir en el mundo de la ficción. Soy consciente de que el pop rock tiene un aura mucho más fastuosa que invita tanto a la mofa como a la mitificación, pero que a estas alturas Hollywood, e incluso el cine independiente, sigan ignorando prácticamente cualquier música que no suene a ‘película’ o a ‘canción’ da mucho que pensar. No es simplemente un problema de que no existan personajes interesados en ciertos tipos de música, sino que ni siquiera las bandas sonoras suelen reflejar el mundo electrónico, así que mucho menos el experimental. ¿Cuántas películas recordáis en las que suene un tema de Richie Hawtin (por decir a alguien muy conocido)? O incluso grupos más antiguos, como Kraftwerk, a quienes solo recuerdo haber escuchado en un episodio de Misfits. ¿Y películas famosas con bandas sonoras originales electrónicas? ¿Existe algo más allá del boom de los sintetizadores ochenteros? ¿The Social Network? ¿Drive?
En general, la música electrónica solo se utiliza en cierto tipo de películas de acción que buscan una estética acelerada, psicotrópica o futurista, y de todas formas suelen combinar bandas sonoras tradicionales con temas electrónicos que se acercan bastante al pop rock. ¿Veremos algún día un Singles sobre postadolescentes corrientes del Detroit de principios de los 90? ¿Un Velvet Goldmine sobre un DJ de minimal techno?
Asi a bota pronto el falso documental «La leyenda del DJ Frankie Wild», pero tira más por la fiesta que por la música.
http://www.filmaffinity.com/es/film541751.html
Por cierto, ya que sale nombrada, para los que estén en Madrid esta semana, este martes 12 y este domingo 17 programan «Sound of Noise» en Filmoteca Española…