Hay un museo en Berlín que no se puede dejar sin visitar, el Museo del Pérgamo. No sólo por ver la ruina helenística, sino porque este museo te enseña en menos de un minuto mucho de lo que hay que saber sobre lo que se entienden en Alemania por exhibir arte. La entrada al museo del Pérgamo es una puerta pequeña y discreta; cuando la cruzas te encuentras de frente con el Altar del Pérgamo, sin más, sin pasillo, sin tornos, sin miramientos, una sala de más de 5 metros de alto donde está metido uno de los templos más grandes de la historia de Grecia Antigua.
Este modo de esponer, sobrio, minimalista y monumental, creo que influye en cierto modo en los artistas que hacen instalaciones temporales. db de Ryoji Ikeda es un comentario sobre la simetría y la asimetría llevado a una expresión mínima y un efecto máximo. db ya había sido presentada como obra en el año 2000. En esta ocasión se presentaban dos salas longitudinales que ocupan cada uno de los brazos de la Hamburger Bahnhof, cada una identificada con un gran letrero en la entrada que hace un juego de palabras con la db de decibelio tales como «destruction-buid»,»design-basis» o «desk-bed». Una sala negra, otra blanca. Una con luz, otra con sonido. En la entrada de cada sala una lista de piezas que conforman la exposición/instalación, el mismo listado de obras en cada puerta.
En la sala negra, nada más entrar, la obra data-scan, ese número único que nunca se repite en la pantalla. Dentro de esa sala, 10 pantallas reproduciendo data-tron y en el centro, el haz de luz ya presentado en Barcelona o Amsterdam Spectra. Bajo cada proyector de las 10 data, un monitor que reproducón un sonido agudo, en relacionado con el número.
En la sala blanca varias versiones de VL, similar en forma a las series data, una pieza que según Ikeda
More than just a mathematical equation, this expression inspires contemplation of that which we cannot perceive, which can lead to a transcendent experience of the sublime.
Y en el centro de la sala, un cañon sonico emitiendo un sonido agudo.
En ambos casos, el número se presenta como un elemento de contemplación, no de medida. Una obra a la vez contemplativa y conceptual, puesto que no se presenta una reflexión sobre la naturaleza del número y su lenguaje, pero tampoco se pierde en lo perceptual.
El formato de exhibición, se convierte en parte de la obra y como en el caso de otros museos berlineses como el Pérgamo o el Bode la simetría, los techos retroiluminados y la amplitud casi minimalista en el modo de disponer las obras, lleva sin duda a la idea de obra-de-arte-total (gesamtkunstwerk) alemana. Y es que aunque Ryoji Ikeda vive en París y es japones, me de por pensar en la influencia y relación con Raster Noton, además del peso de las comisarias Ingrid Buschmann y Gabriele Knapstein, habitual esta última de Hamburger Bahnhof. Las dos, junto con Matthias Osterwold, comparten un proyecto llamado Work of music by visual Artist, relacionado con otro conocidísmo comisario aleman, recintemente fallecido, Harald Szeemann, responsable, de exposiciones fundacionales de la historia del arte, entre la que vamos a destacar la Documenta 6 de Kassel, en que Joseph Beuys presentó su famosa bomba de miel Honeypump in the Workplace.
The »Works of Music by Visual Artists« series provides an opportunity to hear music by artists who are internationally known as visual artists, but whose musical works and compositions can seldom be heard. And yet the connection between visual arts and music – between visual and acoustic experience – is an integral component of their artistic work. Interdisciplinary crossovers and structural transformations, the generation of dissonance and counterpoint, all play a role.
The thematic focus on the border zone between music and visual art has been a guiding concept for Freunde Guter Musik Berlin since its inception. The association had just been founded in 1983 when it was invited to plan a program of events to accompany the Berlin exhibition »Der Hang zum Gesamtkunstwerk« by Harald Szeemann. For its 10th anniversary in 1993, Freunde realized a number of larger projects in conjunction with Christos Joachimides’ Berlin exhibition »Amerikanische Kunst im 20. Jahrhundert«.
Ah… the «transcendent experience of the sublime»… Creo que así se resume todo lo que me interesa…
Estuve hace unos días en Berlín, tanto en el Museo de Pérgamo, al que no había ido nunca, como en la instalación de Ikeda. He de decir que a mí lo realmente sobrecogedor del Museo de Pérgamo me pareció el mercado de Mileto.
Lo de Ikeda entra ya plenamente en lo sublime que a mí me fascina, lo matemático y lo dinámico que decía Kant. Me hubiese quedado allí una semana, en la sala blanca. Estuve sentada en un rincón un buen rato, y volver al mundo fue un trauma.
ahí le has dao!