El viernes tenía lugar en el HAU 3 los paneles titulados Invisible attacks & hideous, presentado por Paul Paulun con AUDINT [Steve Goodman, Toby Heys, UK]. El panel trataba sobre el tema, capital en esta casa de mano de Chiu Longina, de la armas acústicas, tratado también, por ejemplo, por ALKU en Less Lethal vol.1. El mismo Paul Paulun ha trabajado en el tema en programas de radio y textos dedicados al sonido militar.
La conferencia empezó con una nota de estilo, Paul Paulun presentó a los dos invitados con voz y música, es decir habló de sus trabajos previos y después puso un fragmento de música. Tras ello condujo una pequeña cronología del uso de armas sónicas en el s.XX, estableciendo tres momentos importantes. El uso de grabaciones disuasorias en la Segunda guerra mundial (video de arriba), las grabaciones de voces «fantasmales» en la guerra de Vietnam, y por último el uso de utrasonidos.
En la segunda etapa, es decir en la de la Guerra de Vietnam, los norteamericanos grabaron voces vietnamitas que modificaron buscando un efecto terrorífico y que después proyectaron a gran volumen desde los helicóteros. La docuemntación de este arma aparecía en una película de Chris Marker, posiblemente Lejos de Vietnam de 1967.
Este dato introduce la problemática del sonido como arma en dos aspectos, primero a partir de su caracter fantasmagórico y segundo a partir de la fascinación y terror a la tecnología.
El primer aspecto se relaciona plenamente con el tema principal de CTM.12, SPECTRAL, es decir la hauntología. El sonido es, en muchos sentidos, una presencia espectral, es la presencia de una ausencia.
El segundo aspecto se basa en el dato curioso de que los Vietnamitas, no sentían miedo del contenido de los mensajes, tampoco por su forma, sino por el medio tecnológico que los producía. Las tropas del vietcong temían la tecnología norteamericana que había sido capaz de desarrollar este artificio. Esto se relaciona muecho mejor con Transmediale 12, y con el siguiente punto de la historia.
A partir de esa relación directa con la tecnología se pasa a las armas ultrasónicas y direccionales. Este uso del sonido como vibración, es lo que Steve Goodman describe en Sonic Warfare como Ontología de la vibración, y que en este caso se describió como «military sonic Ontology». ( Otro aspecto de esta ontología)
Aunque el análisis de Goodman lleva otros derroteros, y se centra en los aspectos antropológicos del sonido, es también interesante recalcar que esta «esencia» del sonido tiene una relación hitórica y cultural con los aspectos espirituales y holíticos, algo que de algún modo vuelve a referirise a la historia de la fantasmagoría en la música. Un buen ejemplo patrio sería Juan Eduardo Cirlot, músico y seguidor de la escuela neoplatónica y una de las estrellas indiscutibles del libro Ocultismo Ibérico.
Esto llevo la conversación a un siguiente punto, el del tercer oído, tratado en HIRUGARREN BELARRIA, un proyecto de Oier Etxeberria en colaboración con Xabier Erkizia en Ertz.
Articulados en formas que parecen eludir el lenguaje, ciertos fenómenos sonoros tienen la rara virtud de sacarnos fuera de nosotros. Así, no es extraño que muchas manifestaciones sonoras se vinculen a las esferas de lo simbólico, de lo sagrado y de lo político.
Digamos que en estas distintas etapas el sonido afecta de diferentes modos al tercer oído. Primero de una manera simbólica, jugando con la memoria cultural del oyente. Segundo de una manera «fisiológica» para sonidos que siguen siendo vibración pero no están dentro del rango de frecuencia del oído.
Estas dos afecciones del tercer oído no fueron tratadas, sin embargo en su aspecto doméstico o civil, sólo en el militar. En el primer caso, se echa de menos el uso del sonido en la guerra civil diaria, en la guerra micro-política. Si la película proyectada era Lejos de Vietnam (no lo apunté ni he podido rastrear la escena), quizás podríamos hablar de otras escenas de esa película que requería traer la guerra a casa.
Por otro lado, en ese aspecto fisiológico, queda preguntarse por el uso de estas armas en nuestros espacios urbanos, también en esa guerra civil que moldea el comportamiento.
A colación de esto, presentaban una herramienta web para encriptar y desencriptar «voces fantasmales» o más bien mensajes subliminares que ni subjetiva ni objetívamente, pueden oirse. De alguna manera, con ello hacen un pequeño comentario sobre el otro espectro de mentira que recorre este tema. El creador de Muzak, afirman, les confesó que nunca había testado ni comprobado la efectividad de esos sonidos. ¿Se puede dañar realmente con sonido? este es un tema del que ya se ha discutido bastante.
En relación a esta herramienta presentaron una obra en el programa installation/works con el nombre de Dead Record Office.
Utilizing a software named «GhostCoder», AUDiNT are currently systematically encrypting and uploading their research archive of wave-formed affect and propagate it «throughout the living dead networks of our communication systems» with the aim to «arm the mass populace with the efficacy of sonic weaponry so that it does not become the sole preserve of the military-entertainment complex».
Articulazo Espejo, gracias por lo que me toca, aunque me considero retirado, más bien atrapado por el ojo. Me pone.
El siguiente será el tacto.
Abrazo
Chiu
Y Paul Paulun ya estuvo en su momento en la edición 2010 del simposium SPECTRA que se celebra anualmente en VALENCIA . Habló de estos usos del sonido en su conferencia «Operation Ear» y además brindó posteriormente una sesión de radio en directo: «AngstPop» con el impagable DJ Officer Officer al micro.
http://spectra.cat/10/spectra10.html
En la línea de la programación psicotrónica que coordina Mike Ibáñez en SPECTRA… cada año en Valencia.