Ayer, a eso de las nueve de la noche, la diseñadora de moda Miuccia Prada entregaba el premio Turner a la artista escocesa Susan Philipsz. Era la primera vez, en 26 años, que este mediático premio se concedía a una obra sonora. La instalación ganadora de Philipsz fue realizada site-specific para el Glasgow International Festival of Visual Art, la grabación del sonido de su voz reververó en las oquedades de 3 puentes de la ciudad durante quince dias del mes de abril, en cada puente se podía escuchar una versión diferente de Lowlands Away, una canción folcklorica escocesa del siglo XVI. La grabación de esta obra, también se pudo escuchar en las salas de la TATE los meses previos a la entrega del galardón. Un nuevo lugar que, imaginamos, despojaria de toda su fuerza a la obra. ¿Que interes tiene mostrar una grabación para un lugar tan ajeno a un puente escoces como es un cubo blanco?
Asimismo, debemos recordar que una obra de connotaciones similares, el juego de la voz con la arquitectura del lugar, se pudo escuchar en el Monasterio de Silos. Instalación auspiciada por nuestro querido amigo Manuel Borja-Villel. En aquel momento, el director del Museo Reina Sofía celebraba la incorporación de disciplinas alejadas de lo visual. Dos años antes, Manuel Segade comisarió para el CGAC una amplia exposición de la artista que dejaba al descubierto la especificidad de ciertas obras y el vacio conceptual de otras. Algo que también se pudo observar recientemente en el MARCO de Vigo, donde la cancion Long Gone de Syd Barret era interpretada por Philipsz desde la fachada del edificio.
No quisiera abandonar esta breve crónica sobre el Turner y Susan Philipsz sin comentar los incidentes que ocurrieron mientras se celebraba la ceremonia. Como es sabido, en estos momentos la situación estudiantil en Inglaterra es complicada, la reforma educativa aprobada por el nuevo gobierno de David Cameron ha obligado a estudiantes y trabajadores a protestar por unas condiciones que dificultan el acceso a estudios universitarios. Estudiantes de las escuelas de Chelsea y St. Martins tomaron el hall de la Tate Britain para intentar reventar el acto mediante sonoras reivindicaciones, unas voces que no se alejaban de un acto eminentemente politico y espectacular pero que dialogaban de alguna manera con lo alli premiado.
guapamente!
Sin duda el segundo video dice mucho más….
http://enlafrontera.blogspot.com/2010/12/susan-philipsz-premio-al-sonido.html