Una campaña en Internet busca colocar cuatro minutos de silencio en el top de canciones navideñas
Un grupo de Facebook promueve la canción experimental ‘4’ 33″, de John Cage, para desbancar de las listas composiciones más comerciales
Las redes sociales quieren mostrar su musculatura. Un grupo de internautas británicos se ha propuesto colocar una grabación de una pieza del compositor John Cage (Los Ángeles, 1912-Nueva York, 1992) como disco de las Navidades de 2010. La provocación reside en que se trata de la más legendaria creación de Cage, 4’33», aparentemente, cuatro minutos y 33 segundos de silencio.
La iniciativa parte de Facebook y viene firmada por Cage Against The Machine. El nombre no es gratuito: se pretende repetir el éxito de 2009, cuando unos descontentos colocaron como número uno el airado Killing in the name, añejo tema del grupo californiano Rage Against the Machine. Era la continuación de una campaña anual de sabotaje que se inició en 2008, cuando algunos melómanos se alzaron contra el previsible disco de las Navidades, el Hallelujah de Alexandra Burke, ganadora del concurso The X factor; en aquella ocasión, apoyaron la versión original, de Leonard Cohen, y casi lograron su objetivo.
De fondo, la antipatía que despierta The X factor, focalizada en el propietario de la franquicia, Simon Cowell. Durante varios años, sus «descubrimientos» monopolizaron el título de disco navideño. En Reino Unido, se trata de una obsesión nacional, una carrera que siguen todos los medios y que animan las casas de apuestas. Se vota con el bolsillo: consumidores convencionales o rebeldes compran sus favoritos, en formato físico o en descarga digital.
4′ 33″ es una de las piezas más celebradas de la vanguardia contemporánea. Concebida por John Cage, en realidad es un reto a nuestra capacidad de percepción del entorno y demuestra la imposibilidad del silencio: los ruidos de los músicos, el público, el recinto y el exterior se convierten en la materia sonora durante 273 segundos. Incluso en el estudio de grabación más aséptico, se cuelan los leves zumbidos de la iluminación junto con los sonidos naturales de los intérpretes.
La inspiración de John Cage vino de su encierro en una cámara de aislamiento en la Universidad de Harvard. Comprobó que, aparte de la respiración, escuchaba un sonido grave y otro agudo, que luego identificó como procedentes de su sistema nervioso y su corriente sanguínea. Ese mismo año, 1951, supo del experimento de Robert Rauschenberg, que expuso lienzos aparentemente vacíos pero en realidad cubiertos por pintura blanca. Esas semillas prendieron en una mente ya predispuesta al minimalismo y radicalmente opuesta a la música ambiental, el llamado muzak.
Estrenada en 1952, 4’33» ha tenido una notable trayectoria, con varias grabaciones, tanto «serias» como paródicas. Existe una partitura que contiene las instrucciones del compositor. Y sus herederos defienden la obra con uñas y dientes. Lo comprobó el productor Mike Batt, cuando incluyó en un disco un corte titulado Un minuto de silencio, firmado por Batt-Cage. Los legatarios de Cage no lo aceptaron como un homenaje sino como un delito contra la propiedad intelectual: demandaron a Batt y consiguieron una considerable indemnización.
En el caso de Cage Against the Machine, se cuenta con las bendiciones de los herederos. La grabación se publica el lunes, a través del sello Ace. Para que entre en los cómputos de ventas que definirán el disco de Navidades, las compras se deben efectuar a partir del 13 de diciembre. Los beneficios irán destinados a organizaciones caritativas. La iniciativa tiene que competir con novedades más obviamente navideñas, editadas por Coldplay o Annie Lennox.
Esto me recuerda a aquello que conto la Petite Claudine sobre el copyright, corto y pego de su blog:
«El estado de John Cage y The Planets: la codicia.A mediados del año 2002, el estado de John Cage demandó al grupo The Planets por plagiar una composición protegida por Copyright. El album Classical Grafitti de The Planets incluía un minuto de silencio llamado, lacónicamente, A One Minute Silence, que el productor había incluido como un recurso de estilo para separar el disco en dos partes. Fueron acusados de plagiar el famoso 4’33″ , una pieza de 273 segundos de silencio compuesta por John Cage en 1952.
La cagada, si se me permite, fue ponerle título. De haber incluido el minuto sin decir nada, el disco habría sido legalmente original gracias a su vulgaridad; todos los discos incluyen silencios entre canción y canción. Pero, de haberlo hecho así, algunos fans habrían pensado que el disco era defectuoso o realmente corto, y lo habrían sacado del reproductor sin escuchar la otra mitad. Consciente del problema, Mike Batt decidió marcarlo. Y, ya metidos en harina, hacerle un pequeño homenaje al maestro Cage firmando el silencio como Batt/Cage. Era una broma. A Batt no se le ocurrió que alguien, ni siquiera Cage, pudiera poseer el silencio. Su sorpresa fue tal que, cuando llegó la denuncia, se permitió otra broma: dijo que su silencio era mejor que el silencio de Cage porque había dicho lo mismo en menos tiempo. Eso fue antes de perder el juicio, que se saldó con un cheque de seis cifras a favor de los demandantes y que probablemente acabó con su sentido del humor.»
«According to Gottlob Frege, a formula “a=b” means that though both “a” and “b” denote the same thing, what “a” connotes is different from what “b” connotes. Let’s imagine the following situation: there are two persons in a room who are listening to the same sound; one is with the score of 4’33”, and another is with the score of Treatise. Though both scores don’t denote any sound but connote the way of listening, same actual sound is, in terms of the sound itself, shared by two persons. Nevertheless what one person hears (or listens to) is not the same as what another person hears (or listens to). It follows that music is not the sound, but also comprises the way of listening to it, isn’t it? But there is still a problem. How can we know the certain way of listening when music is played? We listened to music without having its score usually, and music doesn’t tell us the way of listening».
Taku Sugimoto en las notas para su disco «Musical Composition Series 2»
Visto en http://fromclosertonear.blogspot.com/
Aqui esta el video de la grabacion: http://www.youtube.com/watch?v=fPZYyq8LoxA&feature=player_embedded