Al parecer esto es lo que pasa si colocas una máquina que escupe ruido en una calle de Nueva Delhi. No sé si realmente la performance que se marcan los niños será muy espontánea porque casualmente hay alguien grabándolos que les da las gracias al final, pero bueno, en cualquier caso queda claro que se emocionaron con el asunto.
Por cierto, si a alguien le apetece cambiar la tele del salón por este cacharro, actualmente está en una galería en la India y a finales de enero si a alguien le interesa y está dispuesto a pagar el transporte se la puede quedar, sólo tenéis que contactar con el artista, Yuri Suzuki.
de lo que se demuestra que un niño es más potente que una máquina de ruido blanco…
jajaja, desde luego!