Hace tiempo que en el mundo del arte digital se usa, y hasta abusa, del error para generar piezas de todo tipo, a estas alturas podríamos decir mucho sobre el glitch. No obstante, el error existe desde que existe la humanidad, probablemente incluso antes, así que la historia de la disfunción viene de largo, aunque quizás podríamos decir que no gozó de cierto estatus en el mundo del arte hasta mediados del siglo XX.
En septiembre pasado MIT Press publicaba el libro Cracked Media: The Sound of Malfunction de Caleb Kelly, no he tenido el gusto de leerlo, pero a simple vista parece interesante. El tema central es cómo muchos músicos y artistas sonoros, desde Cage a Yasunao Tone, manipulan, y rompen, dispositivos y elementos varios para crear sonidos nuevos.
From the mid-twentieth century into the twenty-first, artists and musicians manipulated, cracked, and broke audio media technologies to produce novel sounds and performances. Artists and musicians, including John Cage, Nam June Paik, Yasunao Tone, and Oval, pulled apart both playback devices (phonographs and compact disc players) and the recorded media (vinyl records and compact discs) to create an extended sound palette. In Cracked Media, Caleb Kelly explores how the deliberate utilization of the normally undesirable (a crack, a break) has become the site of productive creation. Cracked media, Kelly writes, slides across disciplines, through music, sound, and noise. Cracked media encompasses everything from Cage’s silences and indeterminacies, to Paik’s often humorous tape works, to the cold and clean sounds of digital glitch in the work of Tone and Oval. Kelly offers a detailed historical account of these practices, arguing that they can be read as precursors to contemporary new media.
Pues si hace mucho tiempo. . . . Decía Platón, bueno en realidad Sócrates que: “Toda creación nace de la combinación de necesidad e inteligencia. Se formó al principio por medio de la necesidad sometida a la convicción inteligente, ya que la inteligencia se impuso a la necesidad y la convenció de ordenar la mayor parte del devenir de la mejor manera posible. Pero una exposición de cómo se originó realmente según estos principios debe combinar también la especie de la causa errante o errática en tanto forma natural de causalidad.” Timeo.
Es decir, sin la causa errante no hay creación, es decir no basta la necesidad y la inteligencia. . . interesante no.