(Escultura Escuchadora contra el Mosquito. Fac.BBAA de Cuenca)

Hace tiempo que preocupan algunos aspectos ocultos del sonido; esas habilidades que tiene para ejercer dominio, poder o control social. O cómo puede utilizarse para atacar y defenderse, que también (el caso de las armas acústicas). En muchas películas de ficción aparecen usos del sonido en ambientes hostiles (¿os acordáis del arma acústica en Dune? ¿y de la sono-vigilancia en The Conversation o más reciente en La Vida de los Otros?), y también mucha paranoia alrededor de este tema, porque la pregunta que en muchas ocasiones me hago es la misma que se ha hecho Jürgen Altman: ¿hay más literatura que hechos?, ¿más deseos que realidades? Se refiere a que se ha escrito mucho sobre el poder oculto de sonido y sobre algunos dispositivos demoniacos que han resultado grandes y sonados fakes. Sea como sea, lo que si hemos aprendido en esta carrera de fondo sobre el control social con sonido (que ya somos unos cuantos en el mundo, y en el estado Español también unos cuantos, me estoy acordando ahora de Carmen Pardo, Roc Jiménez, José Manuel Berenguer, Ciutat Sonora, Xabi Erkizia – Mattin -con ese estupendo Noise&Capitalism recién parido-), lo que hemos aprendido es que la sociedad occidental no tiene base científica ni de derecho para ayudar o proteger a ciudadanos y ciudadanas que han sido o son atacados con sonido, por una razón fundamental que se le escapa a occidente: el sonido no deja marcas en la superficie carnosa del cuerpo (que diría Susan G. Cusick), y por lo tanto no se puede documentar una ageresión con sonido ante un juez. Occidente no está preparada para enfrentar un tipo de torturas y agresiones cuyos efectos secundarios no son tangibles/medibles/visibles, creo que se entiende. Simplemente echadle us vistazo al ADS (Active Denial System) para daros cuenta de lo que viene, de esa distopía que tanto se ha imaginado en el pasado y que, sin ponernos tremendos, ya forma parte del presente. El ADS es un rayo de meta-sonido que excita células entre nuestra dermis y epidermis cuyo efecto es una interpretación erronea de nuestro cerebro. El cerebro cree que nos estamos quemando, abrasando, que tenemos una plancha ardiendo encima de nuestra piel, pero es mentira, sólo son las células que se excitan con este rayo meta-sonoro y que informan al cerebro de la quemazón. La pregunta es ¿cómo demostramos ante un juez que hemos sido atacados por este juguete? En menos de dos años la policía de todo el mundo lo utilizará en su versión portable, como está haciendo ahora con el ruidoso LRAD.

Estos días hemos estado trabajando en Cuenca con este discurso, contra estos dispositivos, haciendo conscientes algunos elementos inconscientes del sonido. Llevamos ya un tiempo haciéndolo, seguramente recordareis el lio que se armó con el tema Mosquito en los medios de comunicación. Pues la foto que veis arriba es una escultura escuchadora que se ejecutó en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, hace unos días. Se pretendía llamar la atención sobre ese olvido histórico de la oreja y sobre sus consecuencias (como hemos visto) en nuestra actual sociedad. leimos manifiestos, lanzamos consignas y todo ese ruído que nos caracteriza. Tras el salto ottra foto y un video cutre para que conozcaís ese ruído.

(Escultura Escuchadora contra el Mosquito. Fac.BBAA de Cuenca)

Taller Tecnologías Sonoras de Control Social (Armas Acústicas) en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca. Diciembre 2009

Por Chiu Longina